La sequedad de la piel también puede tener su origen en hábitos y estilos de vida inadecuados. Pueden causar sequedad de la piel:
- Baños o duchas calientes y prolongadas;
- Nadar a menudo en piscinas con mucho cloro;
- Utilizar jabones y detergentes líquidos agresivos que, al formularse con el objetivo de desengrasar la piel, la privan de una parte importante de lípidos (grasas);
- Tomar baños o ducharse demasiado a menudo;
- Llevar ropa apretada y muy ajustada, ya que con los movimientos se crea fricción entre la piel y la ropa que conlleva irritación y sequedad.