A menudo utilizamos la expresión «dolor de estómago» para indicar todas las sensaciones desagradables que percibimos en la parte alta del abdomen.
Y cuando alguien dice «tengo dolor de estómago», puede que se refiera a alguno de los siguientes síntomas: dolor, ardor, sensación de hinchazón, eructos, problemas de digestión.
Las causas del dolor de estómago son múltiples; sin embargo, el problema no yace en una enfermedad grave y los síntomas pueden resolverse con una alimentación correcta y protegiendo la mucosa del estómago.
El dolor de estómago que persiste en el tiempo puede deberse a tres problemas principales: la gastritis simple (inflamación del estómago sin lesiones de la mucosa), el reflujo gastroesofágico (GER, por sus siglas en inglés) y los problemas de digestión.
En algunos casos, el trastorno puede deberse a problemas más serios, por lo que, si se presentan señales específicas de alarma, es conveniente consultar al médico.
¡El ambiente ácido del estómago nos ayuda a estar bien!
La naturaleza ha desarrollado un ambiente ácido en el estómago para favorecer dos procesos importantes: la digestión de los alimentos y la destrucción de las bacterias que entran en el organismo junto con los alimentos mismos y con la mucosidad que proviene de las vías respiratorias y que deglutimos constantemente.
Si bloqueamos la producción de ácido clorhídrico, sin que sea necesario, causamos un daño en nuestro organismo.
El estómago cuenta con una barrera mucosa, hecha de mucosidad y bicarbonato, que impide que el contenido ácido en su interior entre en contacto directamente con las células del epitelio estomacal.
Esta barrera mucosa es la que se encarga de impedir la «autodigestión» del estómago y de proteger las células de su epitelio frente otras sustancias químicas irritantes (como el alcohol, los antiinflamatorios, la aspirina, etc.).
El esófago se defiende de la acidez que sube del estómago a través del flujo de la saliva, que ejerce un efecto de lavado y reduce la acidez, gracias a su contenido en bicarbonato.
El flujo de saliva aumenta cuando se produce el reflujo.
Existe también una barrera física de defensa formada por la pared superior de las células y las uniones «estrechas» entre una célula y otra.
Además, tras el reflujo, el esófago se contrae rápidamente y rechaza el material ácido presente en el estómago.
No siempre es útil tomar medicamentos para eliminar la acidez gástrica; es más, a veces puede resultar problemático.
La acidez es importante para la correcta digestión de los alimentos y para destruir las bacterias que pueden causar enfermedades.
Además, la producción de ácido no resulta casi nunca elevada.
El trastorno se debe sobre todo a una alteración de la barrera mucosa y a una sensibilidad excesiva al ácido por parte del esófago, del estómago y del duodeno, por lo que la medida más adecuada consiste en proteger la mucosa contra el ácido.
Las personas ancianas presentan alteraciones anatómicas y funcionales de la mucosa gástrica:
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