Este término indica una serie de enfermedades del corazón asociadas a un suministro de sangre reducido o incluso ausente al corazón (isquemia).
Esto crea un desequilibrio entre la demanda de oxígeno del corazón (la cantidad requerida para su funcionamiento normal) y la cantidad que le llega realmente.
Una isquemia grave puede provocar anoxia (falta de oxígeno) e infarto de los tejidos cardíacos.