En el ano hay pequeños «paquetes» de vasos sanguíneos entrelazados, anclados al recto, que se encargan de ayudar al esfínter anal a contener las heces y a evacuarlas.
Cuando hay que empujar mucho para evacuar, los «paquetes» de vasos sanguíneos se engrosan y forman las «hemorroides», que pueden ser internas o externas.
Cuando aparecen las «hemorroides» se puede perder sangre de color rojo vivo por el recto, la cual puede verse en el papel higiénico o, en los casos más serios, como gotas o incluso salpicaduras en el inodoro.
Es un problema que se debe consultar al médico.