La distimia es un trastorno afectivo crónico que persiste por lo menos dos años.
Las personas que la padecen tienen:
- poco o demasiado apetito;
- problemas del sueño (duermen demasiado o muy poco);
- la sensación de tener poca energía o astenia (es decir, sienten una falta o pérdida de fuerza en todo el cuerpo);
- baja autoestima;
- dificultad de concentración o indecisión;
- sentimientos de desesperación.
El trastorno es más común en las mujeres y puede aparecer a cualquier edad.
Si este trastorno no se trata, puede llevar a una depresión más grave.