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Xerosis (piel seca)
Xerosis (sequedad de la piel)
El término xerosis se utiliza en Medicina para referirse a la «piel seca»; su nombre deriva de la palabra griega «xeros» que significa seco.
La piel seca es una condición bastante común, sobre todo en las personas ancianas; hasta el 85 % de los adultos mayores puede padecerla. Las causas de este problema son numerosas. A menudo, la piel seca es una condición temporal que aparece, por ejemplo, en invierno, pero en algunas personas está siempre presente.
La sequedad cutánea está relacionada con enfermedades como, por ejemplo, la diabetes mellitus tipo 2 (que se manifiesta con el llamado pie diabético), la dermatitis atópica y el eczema.
Causas de la sequedad de la piel
La xerosis es una condición de la piel que puede presentarse a cualquier edad, y se puede agravar debido a causas específicas. La incidencia de la xerosis aumenta con la edad, por lo que los ancianos la padecen con mayor frecuencia.
También favorecen la aparición de sequedad de la piel, condiciones como la exposición a factores ambientales y hábitos y estilos de vida específicos, así como situaciones que alteran la circulación (flujo de sangre) en las extremidades inferiores (piernas y pies). Las personas con diabetes tienen una alta incidencia de xerosis en los pies, que puede provocar el llamado pie diabético.
La xerosis puede estar causada también por algunos tipos de medicamentos.
Síntomas y señales de la piel seca
Las señales y los síntomas de la piel seca dependen de las características personales, como la edad, el estado de salud, el tiempo que se pasa al aire libre, y de una posible enfermedad relacionada.
Cuando se tiene la piel seca se pueden presentar uno o varios de los siguientes síntomas: sensación de tirantez en la piel, sensación de sequedad molesta, especialmente después de ducharse, darse un baño o nadar, y prurito.
La piel luce áspera, tiende a descamarse incluso de manera evidente, pueden aparecer líneas finas o fisuras (pequeñas grietas en la piel), o lesiones más profundas que pueden sangrar. En estas circunstancias la piel también puede adquirir un color grisáceo y, además, presentar enrojecimiento.
Complicaciones de la xerosis
El prurito es uno de los síntomas más frecuentes en las personas que padecen xerosis, puede ser muy molesto y causar infecciones de la piel. Cuando las personas que padecen sequedad en la piel sienten prurito tienden a rascarse, lo cual causa lesiones superficiales en la piel, como las abrasiones cutáneas o grietas.
Estas lesiones permiten la entrada de microorganismos en la epidermis pudiendo desarrollar infecciones, incluso serias, sobre todo en personas con pie diabético. En estas circunstancias, las grietas de la piel están relacionadas con un aumento del riesgo de aparición de úlceras en el pie que, si no se curan, pueden conllevar la amputación.
Prevenir la piel seca
Para aliviar y prevenir la piel seca, la Academia Americana de Dermatología recomienda:
- Ducharse o tomar baños cortos cada día con agua templada y no caliente;
- Usar jabones delicados sin perfume y sin alcohol;
- Acariciar suavemente (en lugar de frotar) la piel seca;
- Aplicar una crema hidratante para la piel en los 3 minutos después de salir del baño o de la ducha;
- Hidratar la piel cada día;
- De ser necesario, utilizar un humidificador para aumentar la humedad en el aire de la casa, sobre todo cuando se mantiene la calefacción encendida;
- Aplicar la protección solar cada día, especialmente cuando se está al aire libre;
- Llevar ropa con tejidos como el algodón que dejan que la piel respire;
- Mantenerse hidratados bebiendo 8 vasos de agua al día, a menos que no esté contraindicado debido a una condición médica específica (como por ejemplo, la insuficiencia cardiaca congestiva o una enfermedad renal).
Información
Xerosis del pie en la diabetes
La xerosis, es decir, la sequedad de la piel del pie, es fácil de reconocer. La piel luce seca y al principio elimina pequeñas escamas (como si fuera caspa).
Seguidamente la piel adquiere un aspecto hiperqueratósico, esto es, presenta escamas finas o gruesas, luce áspera, agrietada, poco elástica, e incluso llegan a formarse verdaderas grietas.
Se puede sentir prurito, escozor y dolor, aunque este último puede no sentirse ya que la neuropatía diabética reduce la sensibilidad al dolor. En los diabéticos, la piel seca de los pies es muy frecuente y si no se trata adecuadamente puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de úlceras diabéticas.
Pie diabético
El pie diabético es una complicación crónica de la diabetes que puede ser muy invalidante. Afecta a pacientes con neuropatía y/o vasculopatía periférica diabética y por esta razón se puede considerar una de las complicaciones de la diabetes. La diabetes modifica la estructura de los vasos sanguíneos y de los nervios, y genera problemas en las extremidades inferiores, sobre todo en el pie.
Los factores que más influyen en el desarrollo del pie diabético son la pérdida de la sensibilidad cutánea protectora (no se perciben pequeñas lesiones y se descuidan), una circulación sanguínea cutánea deficiente, las alteraciones de la piel, como la xerosis, posibles traumas y la presión provocada por el uso de calzado no adecuado.
El daño empeora progresivamente hasta la formación de úlceras que, al agravarse, pueden llegar a requerir la amputación de la extremidad. Un reconocimiento temprano de las señales iniciales del problema puede evitar la formación de úlceras.
Cómo se desarrolla el pie diabético
Los mecanismos que llevan al desarrollo del pie diabético son el aumento de la glucemia (a menudo durante años) con la consiguiente neuropatía diabética que, junto a la vasculopatía periférica (es decir, un daño de la circulación sanguínea debido a arteriosclerosis precoz), causan en un primer momento deshidratación y sequedad de la piel (xerosis) y pérdida de sensibilidad.
El daño continúa hasta la formación de grietas y las consiguientes infecciones, favorecidas también por el rascado, hasta el desarrollo de úlceras del pie, que pueden conllevar incluso la amputación de partes de éste.
Prevención de la xerosis del pie diabético
n el paciente diabético no es fácil prevenir la aparición de la neuropatía periférica que causa la xerosis y otras alteraciones que, con el tiempo, pueden conducir al pie diabético.
Como es lógico, es muy importante el estilo de vida, la actividad física regular y, con la ayuda del médico controlar todos los factores que contribuyen a intensificar la enfermedad. Los diabéticos deben inspeccionar con frecuencia el estado de la piel, especialmente de los pies, e informar inmediatamente a su médico ante cualquier signo de inflamación o infección.
También es fundamental el cuidado diario de la piel del pie para favorecer la recuperación de la humedad perdida de la capa córnea y para aumentar la flexibilidad y la elasticidad de la piel. Para esto, se pueden utilizar productos que contengan sustancias lipófilas (aportan lípidos a la piel) e hidrófilas (la hidratan) que actúan de forma sinérgica.
La presencia de flavonoides (sustancias naturales con acción antioxidante y antiinflamatoria) puede favorecer una acción completa sobre las causas y los síntomas.
La xerosis en el adulto mayor
La xerosis en los ancianos es más frecuente debido a los cambios fisiológicos relacionados con la edad; un estudio ha demostrado que hasta el 80 % de los adultos mayores tiene este tipo de problema. En los adultos mayores las glándulas sebáceas y sudoríparas de la piel son menos activas que las de las personas jóvenes, y esto hace que esté menos hidratada y sea menos elástica.
Además, en los ancianos la capa córnea tiene menos lípidos (grasas), proteínas y aminoácidos, y esta es la razón por la que se reduce tanto su función barrera de la piel, para protegerla de factores externos, como su capacidad de retener la humedad. La xerosis aparece como consecuencia de la incapacidad de la capa más superficial de la piel de retener una cantidad adecuada de agua.
Los factores ambientales que reducen la humedad de la piel pueden aumentar aún más la xerosis en los adultos mayores, ya que en este caso la capa córnea tiene una menor capacidad para retener la humedad natural.
Enfermedades relacionadas con la piel seca
Los pacientes con diabetes a menudo sufren de neuropatía periférica, una enfermedad de los nervios periféricos (es decir, fuera del cerebro) que aumenta el riesgo de xerosis y que, si no se trata, puede conducir al pie diabético.
La piel seca también es común en pacientes con hipotiroidismo, trastornos neurológicos que reducen la sudoración, VIH, y tumores malignos. La piel seca también es una de las manifestaciones extraglandulares del síndrome de Sjögren (una enfermedad crónica autoinmune).
Los pacientes con dermatitis atópica (alérgica) muchas veces presentan una xerosis intensa. Algunos medicamentos también aumentan el riesgo de xerosis, como los diuréticos, los hipolipemiantes (ej. estatinas), los antiandrógenos (ej. finasterida) y la cimetidina.
