La insulina es una hormona producida por el páncreas como respuesta a los niveles de glucosa en la sangre (glucemia).
La insulina es como una llave que al entrar en la cerradura (su receptor) puede abrir o cerrar el canal de acceso del azúcar a las células.
Cuando la insulina se liga a su receptor, el canal se abre y deja entrar el azúcar.
Una vez que el azúcar ha entrado en la célula, se puede quemar para producir energía o, si es excesivo, conservarse bajo forma de glucógeno o grasa.
La baja sensibilidad de las células a la acción de la insulina, crea una condición llamada «insulinorresistencia» que puede dar lugar a la aparición de la diabetes mellitus de tipo 2.