Una dieta sana es algo más que la cantidad adecuada de calorías; de hecho, algunos alimentos pueden tener el mismo contenido calórico pero diferir mucho en los nutrientes que contienen. El crecimiento, el desarrollo y la salud de las personas dependen de una amplia gama de nutrientes, como las vitaminas, los minerales, las proteínas, la fibra y los ácidos grasos esenciales, que son ácidos grasos esenciales para la salud que deben ser aportados por los alimentos, ya que no pueden ser sintetizados por el organismo.

Los electrolitos y las sales minerales son más abundantes en los alimentos integrales y sobre todo en frutas y verduras. En otras palabras, siguiendo una dieta predominantemente vegetal y evitando los alimentos muy procesados, probablemente se pueda mantener un buen equilibrio corporal de electrolitos y sales minerales.

Para desenvolverse en el entorno alimentario y seguir una dieta sana, aquí hay algunos consejos útiles:

• Comer muchos alimentos vegetales diferentes (fruta, verdura, legumbres, etc.).
• Elegir cereales integrales en lugar de refinados.
• Elegir alimentos ricos en nutrientes naturales y limitar los alimentos y bebidas con alto contenido en grasa, azúcar (incluido el artificial) y sal; comprobar la etiqueta nutricional para identificarlos.
• Sustituir los alimentos ricos en grasas saturadas por otros que contengan grasas insaturadas.
• Comer poca o ninguna carne procesada (por ejemplo, carne salada, curada, fermentada o ahumada).
• Comer pescado y otros mariscos (especialmente pescados grasos de agua fría como el salmón, la caballa, el atún, el arenque y las sardinas), frutos secos, cacahuetes o almendras, semillas, por ejemplo de lino ricas en omega-3 (ω-3), etc.
• Controlar el tamaño de las porciones y comer conscientemente