El tabaquismo es la causa principal de cardiopatía isquémica en hombres y mujeres y se asocia a un alto riesgo de muerte repentina y de ictus.
Fumar facilita la formación de la placa aterosclerótica (ateroma) y puede provocar la aterosclerosis de las arterias coronarias, la aorta y demás arterias, y dar lugar a numerosas enfermedades.
No está aún del todo claro qué es lo que desencadena los daños provocados por el tabaquismo, pero se sabe que están relacionados también con la exposición a la nicotina y al óxido de carbono.